Desde hace un tiempo decidí incursionar en el mundo de la literatura de ficción.
La historia parece increíble, pero es así como la voy a narrar.
Venía de una época en la que sentía que muchas cosas se terminaban. Me iba a quedar un hueco. Un ciclo de actividad docente se iba a cerrar. Un espacio en el que había sentido muchas cosas positivas. Muchos estímulos creativos, imaginativos, fascinantes. Pero no me animaba a nada nuevo.
Fui a Buenos Aires, a un seminario. Algo escuché que me dejó muy inspirado. Por la noche dormí poco, a la madrugada me desperté de repente. Nunca más me olvidaré de esa fecha: 19 de octubre de 2014. Tenía un cuaderno para tomar notas, una birome, la tomé, empecé a escribir sensaciones. Ya no pude parar más.
Al mes tenía escritas más de 50.000 palabras.
Pueden ver más de esta actividad en el blog de Fabio.